Me queda el pecho viudo si me quito tu razón, que más que mi corazón a
mí me late tu escudo. Antonio García Barbeito, Pregón del Centenario del
Sevilla FC.
Y los Biris , el corazón del
sevillismo, mis Biris de toda la vida, con los que yo crecí, con los que yo
lloré, con los que yo canté, se han tirado al monte.
El que escribe, un día del verano de 1975, - año de fundación de la la peña
Biri-Biri - cuando cumplió la mayoría de edad y entregó su primer sueldo en
casa, decidió unirse a la familia sevillista para toda la vida. Me saqué mi
carnet de socio y me fui en pantalones cortos al gol Norte con la Peña Biri y 37
años después, me han salido las canas en la fila 16 de Gol Sur.
Ha llovido mucho desde entonces, y
sería injusto por mi parte, ignorar el protagonismo decisivo que en momentos
claves del club, ha tenido esta bendita peña para proteger, preservar y defender
al club que llevamos prendido en nuestro corazón.
La impagable aportación de la Peña
Biri Biri hacía nuestro club en los
momentos más difíciles de nuestra historia, son inolvidables. Su incondicional
apoyo a quienes lucen en su pecho nuestro escudo tampoco es cuestionable. Su
fidelidad a nuestros colores, está fuera de toda duda. Su inquebrantable
sevillismo tampoco.
Pero lamentablemente con su actitud
el otro día en Rota, han cruzado una línea roja que nunca debieron cruzar. Y no
fue la primera vez que cometían esas tropelías, ni tampoco ha sido la primera
vez que la imagen y las arcas del club, salen muy perjudicadas por esa violenta
e innecesaria batalla campal que provocaron en Rota.
Nadie en el Sevilla tiene derecho de
pernada, ni nadie es intocable. Los Biris tampoco. Por tanto estamos del lado de
la entidad cuando nuestro presidente ha dicho ¡Basta!. La violencia está reñida con nuestra razón de
ser, y ninguna excusa puede justificar el comportamiento violento de un grupo
de aficionados del Sevilla Fútbol Club, sean socios o no, que quede impune. El
sevillismo está abochornado con estos gamberros y estoy seguro que se lo hará
saber en el foro adecuado: en el Ramón Sánchez Pizjuán a la primera oportunidad
que tengan.
Hace bien la entidad en preservar el
buen nombre del club con las medidas anunciadas que me parecen acertadas y que
se resume en una sola idea. TOLERANCIA CERO a la actitudes violentas de una
parte de la afición del Sevilla.
Los guardianes de Nervión, nuestros Biris, deben abandonar cuanto antes esa actitud
violenta y agresiva que llevan a cuestas allá donde se desplazan. Deben
recuperar ese estilo que les caracterizó como la mejor afición del mundo, y
deben, sobre todo, asumir que con esa
actitud violenta, no nos representan.
Hemos leído el comunicado de los
Biris, y es del todo inadmisible que pretendan convertirse en víctimas cuando en su seno están los
agresores. Debe asumir su error y expulsar de su seno a
quienes manchan su nombre y en consecuencia, el de todo el sevillismo. La
legítima discrepancia con la gestión y
los gestores del club, no deben ser excusa para promover y amparar la violencia
en el seno de nuestra afición. Si alguien ha sido crítico con la gestión del
club, ahí están nuestros artículos anteriores donde, incluso, hemos pedido ladimisión del Presidente, pero no hay que confundir las plumas con los patos.
Sólo los Biris pueden arreglar este deplorable episodio y el camino anunciado en su comunicado, no va en la buena dirección. Si no dan
un giro de 180 grados en su actitud violenta, corren el riesgo de que su misma
afición les de la espalda, como otras aficiones se la han dado a otros colectivos violentos de
nuestro fútbol en Madrid y Barcelona. Y sería lamentable que la maravillosa historia de los Biris terminara de esa manera.
Presumimos, y con orgullo, que
nuestra bandera, nuestro escudo y nuestra afición, es lo único importante. Y
ese grupo de salvajes, han mancillado la bandera, maltratado el escudo y
avergonzado a nuestra afición, la más grande del mundo. Rectifiquen por favor, el sevillismo os lo exige.