jueves, 28 de enero de 2010

¡Tío mio, tu tienes razón..el Sevilla es el mejor


-¡Sobrino, ya estamos en semifinales otra vez! Por segundo año consecutivo.
-Tito, pero que manera más fea de pasar. Con la nochecita que hacía y el espectáculo que vimos.
-Pero sobrino, si la eliminatoria ya la resolvimos en la ida. ¿Te parece el 0-3 una manera fea de pasar?
-No es eso tito, es que aquí últimamente gana cualquiera. Hasta el Depor con los suplentes y los chavales del filial.
-Sí niño. Si, pero ¿cuánto daría el Madrid o el Depor, o el Valencia, o el Villareal, por estar en semifinales?. Lo que importa es el resultado, el objetivo y como mínimo en la Copa del Rey ya hemos logrado igualar lo conseguido en la temporada pasada. Tres veces en cuatro temporadas jugando las semifinales de copa. Lo nunca visto en más de cien años, sobrino.
-Es cierto Tito, pero había necesidad de seguir forzando a futbolistas ya castigados con exceso de partidos. Mira lo que pasó con Drago.
-Pero eso fue una lesión producto de un golpe, no tiene nada que ver con el cansancio.
-Bueno ¿pero cuando van a jugar los chavales de la cantera? Era el momento idóneo tras el 0-3 de Riazor. Cala, José Carlos y Redondo deberían haber acompañado a Marc Valiente en la alineación de ayer. O haber probado a Lolo de central tras la lesión de Drago y no forzar a Escudé
-Pero niño, no te das cuentas que era con los titulares y hemos perdido. ¿Cómo vamos a arriesgarnos de esa forma?
-Ese es el problema Tito.
-¿El que?
-Que hemos perdido con los titulares, y encima hemos tenido que sacar a Navas y a Kanouté por que nos entró a todos, a Jiménez, el primero, el cangelo en el cuerpo
-Bueno pero si lo de anoche era como un entrenamiento. Ya lo dijo Jiménez en la previa.
-Pues ya perdemos hasta en los entrenamientos,
-Déjate de guasa sobrino.
-Tito
-¿qué?
-Ayer pité al equipo en el descanso
-Bueno, no fuiste tú el único.
-Si, pero fue la primera vez que lo hice.
-¡Pues acabas de engrosar las filas de los críticos! Y eso no es lo que yo te he enseñado, sobrino. ¡Hay que estar a muerte siempre con quien lleva el escudo del Sevilla en el pecho! No os entiendo, ni a ti ni a los que aprovechan la más mínima ocasión para atacar a Manolo Jiménez. Él ha sido el que nos ha metido en semifinales por dos años consecutivos, sobrino. No se te olvide. ¿Creías acaso cuando se hizo el sorteo que estaríamos aquí, a dos partidos de la final, teniendo que eliminar al Barcelona y al Deportivo.
-Pero es que hay formas y formas de pasar una eliminatoria, Tito. Perder 0-1 con el Barcelona de las grandes figura, no es lo mismo que perder 0-1 con el filial del Depor.
-¡Y dale con el filial! ¡Que estamos en semifinales sobrino! Que eso es lo que cuenta.
-Bueno si tu lo ves así. A mí me parece que en cualquier partido hay que elegir no sólo los mejores futbolistas, sino también buscar un equipo compensando y equilibrado.
-Vale lo sabia. ¡Otra vez la polémica de los dos delanteros!
-No es solo eso Tito. Es jugar con dos zurdos por la derecha, como Capel o Adriano.
-Sí pero...
-O insistir con Romaric en la media punta...
-Bueno pero el entrenador rectificó en el segundo.
-Claro, porque un segundo gol del Depor hubiera sido insufrible. Tito ¿sabes que ayer el segundo tiempo del partido se me hizo más largo e insufrible que el día que nos ganó el Barcelona?
-Ahora lo que importa es el partido del Valencia sobrino. El Depor ya es historia.
-Eso es cierto, Tito ¿pero dejaremos otra vez dos delanteros en el banquillo y uno en la grada?
-¡Y dale con los dos delanteros!. ¡El valencia sobrino, el Valencia! Eso es lo que importa ahora.
-¿Tito, que prefieres el Getafe o el Mallorca?
-¡El Valencia, coño, el Valencia!
- Tío mío, tu tienes razón.

jueves, 21 de enero de 2010

Así sí, Jiménez


Ayer teníamos, como en otras ocasiones, nueve bajas: Konkó-Sergio Sánchez-Squillaci- Adriano-Fazio-Zokora-Acosta-Ton de Mul-Kanouté.

Ayer era el sexto partido que jugábamos en el terrorifico mes de Enero, el mes en el que estadísticamente en liga, somos el peor equipo de Primera División en Liga.

Y ayer ganamos 0-3

Y ganamos dando una sensacional imagen, firmes y serios en defensa, tácticamente bien puestos, y haciendo gala de una de nuestras señas de identidad: la enorme pegada de un equipo que de medio campo hacia delante, es capaz de fabricar una ocasión de gol en cada llegada arriba.

¿Cuál fue entonces la diferencia con las decepciones de Málaga, Valladolid, Getafe, Racing, y el partido de liga en el Nou Camp?

Muy sencillo: fuimos de verdad por el partido desde el minuto uno al noventa. Le dijimos al Depor que queríamos ganar, y ganamos, porque somos mejores que el Depor, el Racing, el Getafe, el Málaga y el Valladolid.

Y cuando se sale del vestuario con el cuchillo entre los dientes, diciéndole al adversario que vamos a por él de verdad, el Sevilla suele ganar los partidos porque es más equipo, a pesar de las ocho o diez bajas, que el Racing, el Málaga, el Valladolid o el Getafe.

Lo de jugar bonito; lo de jugar con dos, tres o un delantero, lo del tiki-taka, es cuento chino y un falso debate.

Lo que de verdad importa y es fundamental, es ir de verdad a por el rival de turno. Y ayer nos comimos al Deportivo por que no le dimos tregua de principio a fin. Y también porque el Depor de Lotina, o mejor dicho, Lotina, hizo lo que el Sevilla hizo el día del 4-0 en el Nou Camp: acobardarse ante el rival; sentirse inferior al Sevilla, tener siempre al grueso del equiupo por detrás del balón, darnos todo el campo, y eso provocó que el Depor perdiera la eliminatoria de la peor manera posible: dando la sensación –como nosotros en el Camp Nou la nefasta noche del 4-0 - de equipo vulgar, mediocre y sin personalidad.

Ése es el camino Jiménez. Ayer, el partido y la eliminatoria la empezaste ganando tu con tu apuesta desde el vestuario por ser el Sevilla grande de los cinco títulos. Ya sabes el camino para ser, además de un gran sevillista, un gran entrenador. Porque a los sevillistas de Granito, nos haría una enorme ilusión que con uno de los nuestros en el banquillo, nos diese la gloria de darnos un título.

La cantera de Nervión nos ha dado a lo largo de la historia extraordinarios futbolistas, grandes entrenadores en todas las categorías, e incluso un enorme Director Deportivo. Pero tú tienes que ser el primer entrenador canterano en traerte un título para las vitrinas de la Bombonera de Nervión.
Ayer encontraste la fórmula, no renuncies a ella nunca.
Y ahora a ganarle al Almería el sábado.

domingo, 17 de enero de 2010

Cuarta derrota consecutiva en la Liga


Anda el Sevilla metido en esa temible cuesta de enero que ya se anunciaba en el entorno del club y que salvo el alegrón de la eliminación copera del FC Barcelona, está siendo tan terrible como se preveía. Cuarta derrota consecutiva en Liga –algo que no ocurría desde hace mucho tiempo- y el equipo cae a la sexta posición de la tabla, al límite de los puestos europeos, y alejado de los objetivos deportivos del club.

Tan cierto es que esos objetivos hay que cumplirlos a final de temporada, como el Barça es mucho Barça, y no siempre se deja sorprender. El equipo de Guardiola –que no hizo rotaciones y jugó prácticamente el mismo equipo que en el Ramón Sánchez Pizjuán- sacó su libro de estilo y nos metió cuatro, como pudieron ser unos pocos más. El Sevilla aguantó hasta el autogol de Escudé, y ahí dejó de creer en sus posibilidades.

Sorprender al Barça dos veces es harto difícil, y la goleada del sábado lo demuestra. El Sevilla se ha caído de la lucha por el título de liga desde hace ya varias jornadas y viendo la diferencia entre uno y otro equipo, es difícil pensar que alguna vez fuimos alternativa. El mal juego del equipo en casa, la sangría de puntos perdidos ante equipos mediocres que solo necesitaban taponar las bandas para acabar llevándose los puntos, la plantilla diezmada por las lesiones – por segunda temporada consecutiva – y la pérdida de identidad del equipo, la despersonalización de esa forma vertiginosa de jugar que teníamos, y sobre todo la vulgarización del juego – como hemos visto muchas veces esta temporada- hace que insistamos en que corre serio peligro el objetivo deportivo del club en la Liga.

Si hasta hace poco el Sevilla era capaz de jugarle de tú a tú a cualquier equipo, hoy eliminar al Barcelona es, como antaño, toda una sorpresa, lo que da muestra del bajón deportivo que ha dado el equipo en estos últimos años. Hemos bajado, deportivamente hablando, varios escalones con respecto a temporadas anteriores, y aunque las bajas son evidentes, las lesiones también, - Konkó ha sido el último en caer - eso no justifica la despersonalización de un estilo de juego que nos hizo conquistar cinco títulos. Ese fútbol que maravilló a Europa y con el que escribimos las páginas más brillantes de toda nuestra historia ya no volverá, salvo que Jiménez renuncie a su forma de entender el fútbol, cosa harto improbable.

Es cierto que estamos en los cuartos de final de la Copa del Rey. También que atrás se han quedado equipos como el Madrid, el Villareal, el Valencia, o el propio FC Barcelona, pero hemos dejado atrás esa mágica forma de enamorar futbolísticamente a todos los aficionados que semana tras semana se ponían delante del televisor para ver como jugaba nuestro Sevilla.

La tristísima imagen del equipo en el Nou Camp, con el equipo colgado prácticamente del larguero, es el espejo que nos devuelve la cruda realidad. A pesar de todo es obligatorio no bajar los brazos. Ni el equipo, ni el cuerpo técnico ni la afición. La eliminatoria contra el Depor está ahí a la vuelta de la esquina, y hay que poner los cinco sentidos en el partido del miércoles en Riazor.

jueves, 14 de enero de 2010

La casta, el coraje, la afición, Palop... y el ladrón.


Una eliminatoria apasionante decía Guardiola cuando el caprichoso bombo emparejó al FC Barcelona con el Sevilla FC, y a fe que no se equivocaba. Estaba escrito que era una de esas noches mágicas de Nervión. El Sevilla fue grande a pesar de las bajas; fue a por el Barcelona sin complejos desde el principio. Hizo el entrenador lo que tenía que hacer, intentar jugarle al Barcelona en su propio campo, lo mismo que hicimos en el partido de ida. Tapando siempre las salidas de pases de Iniesta y Xavi. Y la jugada salió bien porque enfrente el FC Barcelona nunca estuvo cómodo en el terreno de juego. Hasta que la energía del equipo, ya avanzada la segunda parte, se fue poco a poco diluyendo. las fuerzas de un equipo diezmado porque no puede haber rotaciones, y la calidad del Barcelona hizo sufrir lo indecible a todo el sevillismo.

Hemos eliminado al equipo de los seis títulos y lo hemos hecho de manera justa, como aquella noche mágica de Mónaco donde ganamos la Súper Copa de Europa. Estamos en cuartos de final de la Copa de Europa y nos espera el Depor en Riazor que se ha merendado al Valencia esta noche.

Disfrutemos esta noche porque el Sevilla Fútbol Club, el equipo más grande del Sur de Europa, ha eliminado, y lo ha visto medio mundo, al mejor equipo del mundo. Que el ladrón de Clos Gómez no nos amargue esta fiesta; que el mangante de Clos Gómez, no nos ague la fiesta; que el ratero de Clos Gómez no impida que los sevillistas sonriamos de oreja a oreja. Sevilla esta noche es más blanquiroja que nunca.

Esta noche, ante la adversidad, ha salido a relucir la casta y el coraje que canta el himno del Sevilla Fútbol Club. Esta noche ha vuelto el Palop de las grandes noches; la defensa seria y brillante de las grandes citas - ¡Qué gran partido han hecho Konkó-Escudé-Drago y Fernando Navarro!- el excelente trabajo de Navas, Adriano, Negredo, Capel, Duscher, Romaric y Renato, que se han dejado el alma en cada balón. No había otra manera de eliminar al FC Barcelona.

Nadie borrará de nuestra historia esta eliminación al mejor Barcelona de todos los tiempos. Nadie borrará de nuestra retina esta eliminación con toda la artillería del Barcelona enfrente. Hoy no nos hemos acordado de las lesiones, de las ausencias en África, ni de ninguna otra justificación. El Barcelona ha mordido el polvo, pierde la posibilidad de ganar el título de Copa, está fuera de la competición y nosotros seguimos adelante. 37 años despues, el Sevilla Fútbol Club, elimina al Barça de la Copa de España.

Para eliminar al Barcelona hemos tenido que marcar cinco goles, aunque tres de ellos nos lo hayan anulados injustamente, uno en el Nou Camp a Capel y esta noche dos a Jesús Navas. Los tres perfectamente legales. Nunca una derrota fue tan dulce, ni nunca un árbitro ha hecho tanto por evitar que el Sevilla pasase de ronda.

Y aunque parezca mentira, a fecha de hoy, sólo el Sevilla Fútbol Club está vivo en las tres competiciones que disputamos. Solo el Sevilla Fútbol Club puede este año ganar el triplete.

sábado, 9 de enero de 2010

¿Hasta cuando, Sr Presidente?


12 puntos perdidos de manera consecutiva en nuestro Estadio ante equipos mediocres.

El equipo descompuesto, vulgarizado y sin personalidad.

Cuatro partidos seguidos sin ganar en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Como en otras ocasiones, regalamos al contrario los primeros cuarenta y cinco minutos.

Como en otras ocasiones, no hay soluciones técnicas adecuadas cuando el equipo se pone por detrás en el marcador.

Como en otras ocasiones, y se insiste en ello, Lolo y Romaric, forman una pareja inadecuada en el centro del campo.

Como en otras ocasiones, los cambios se hacen tarde y mal.

¿Había que esperar al 0-2 para cambiar de sistema?

Insisitimos en nuestro comentario tras el partido perdido a finales de año contra el Getafe: a este paso, la clasificación para la Champions del año próximo, corre serio peligro.

Las lesiones, las bajas, y todas las circunstancias adversas, no justifican el que esta noche, ante un rival de medio pelo donde solo brilla la estrella de Canales, el Sevilla haya perdido, por primera vez en muchos años, tres veces seguidas en liga.

Con las mismas lesiones, las mismas bajas, y las mismas circunstancias adversa, ganamos en Copa al Barcelona, por lo tanto no hay excusa y las razones de esta sangría en nuestro estadio, hay que buscarla en la nula aportación de nuestro centro del campo para generar futbol. Eso y la pegada de Kanouté y Luis Fabiano, porque de Negredo hablaremos la semana que viene.

No queremos ser agoreros, pero la despersonalización del equipo, la vulgarización del juego, buscando siempre el pelotazo arriba, la falta de soluciones y recursos técnicos de un banquillo plano y sin recursos, la terquedad en situar a Renato como media punta cuando falta Duscher, Fazio, y Zokora en el medio del campo, la tardanza en reaccionar cuando el marcador se pone cuesta arriba...la insistencia en juntar a Lolo y Romaric, son argumentos mas que suficientes, como para pensar seriamente en que el ciclo victorioso del Sevilla Fútbol Club, grande y campeón, ha terminado.

¿Para cuando las soluciones, Sr Presidente?

miércoles, 6 de enero de 2010

....Dicen que nunca se rinde


Sombrerazo para Manolo Jiménez y la plantilla del Sevilla Fútbol Club.
Sombrerazo para un equipo que ha demostrado que siente y padece esa camiseta. Que ha dejado claro que tenían herido el orgullo después de la dolorosa derrota en el Calderón.
Sombrerazo para un técnico que ha sabido, en apenas 72 horas, articular en el vestuario tres cosas importantes:
Recuperar la autoestima de un grupo de futbolistas que atravesaban una malísima racha de resultados aliñada con otras circunstancias adversas.
Convencer a los futbolistas de que en fútbol no hay enemigo invencible si se sabe utilizar las virtudes propias y se contrarrestan las del contrario
Y sobre todo salir con desparpajo al Nou Campo, presionando arriba, sin achantarse ante la camiseta contraria, sin complejos, con valentía, con sabiduría, y sabiendo mover el banquillo aportando siempre lo mejor de su capacidad para que el equipo mejores con los cambios.

Si en el Manzanares fue la cruz, en la Ciudad Condal hemos visto la mejor cara de un Sevilla grande, poderoso, sabiendo leer el partido siempre, sobreponiéndose a la injusta decisión de Pérez Burrull anulando el gol legal de Capel en el primer tiempo y sobre todo, jugando siempre para el beneficio del equipo.

Es justo y necesario señalar el partidazo de Romaric, de Drago –hay que tenerlos muy gordos para sobreponerse al mazazo del gol en contra el Atlético y no arrugarse esta noche delante de la delantera del Barcelona – magnifico el partido de Capel –con la de veces que hemos deseado ver a ese Capel jugar como lo ha hecho hoy- Renato en su línea, los laterales han mejorado y Perotti –enfrente tenía a Dani Alves- inconmensurable.

Ese es el Sevilla grande, el de la casta y el coraje. Hoy podríamos haber perdido si Messi cuela ese balón que se le va fuera por poco, o Burrull da legalidad al gol que marca Bojan, pero este post hubiera sido el mismo. Lo importante es que el Sevilla Fútbol Club ha ido a Barcelona con una plaga de futbolistas lesionados – hoy han caido Lolo y Navas – y hemos ido por el partido desde el principo, con intensidad, concentrados, con el cuchillo entre los dientes para frenar la racha victoriosa del FC Barcelona en el Nou Camp.

Guardiola tiró de todo lo que tenía, incluso empataron en un balon largo – la presión arriba del Sevilla obligó muchas veces al Barcelona a juagar a contra estilo – que era fuera de juego, pero el Sevilla de esta noche estaba convencido de que podía y quería pasar la eliminatoria. Ahora solo falta rematar la faena en la bombonera de Nervión en el partido de vuelta. Y De Granito ya tiene sacadas las entradas... se las han traido los Reyes Magos.

domingo, 3 de enero de 2010

Autoderrota en el Calderón


Más allá de la mala fortuna –otra vez- de Drago en el gol en propia puerta, más allá de la estúpida e innecesaria falta de Fernando Navarro en el minuto final del partido; más allá de que esa misma falta estuvo mal defendida – por allí suelen ponerse Kanouté o Negredo, y ninguno de los dos estaban en el campo-; más allá de la negligente actitud de Negredo –pero del vallecano hablaremos como decía Tip y Coll, la semana que viene-; más allá de la injusta expulsión de Duscher; más allá del error de Jiménez por mantenerlo en el campo y sentar a Romaric; más allá de la gastroenteritis de Escudé que le obligó a quedarse en el hotel; más allá de la racha de lesionados, - ayer fue Squillaci-, más allá de la nula pegada del equipo que se ha pasado todo el partido sin chutar a puerta ni en crear, salvo el gol, una ocasión de peligro; más allá de los errores – dos garrafales al menos- de Manolo Jiménez que conforme transcurría el partido, iba empeorando el equipo; más allá del resultado y del mal sabor de boca por esa pifia a última hora, más allá de todo eso, me quedo con la sensación de que el equipo se desinfla.

Si alguien tenia esperanzas de que todavía era posible engancharse al carro de la liga, después de lo visto ayer y en el ultimo mes de 2009, corre serio peligro incluso, mantener con solvencia y tranquilidad los puestos de Champions. El equipo entre unas cosas y otras, se le cae al entrenador. Ya no es un problema de jugar bien, mal o regular, ahora ni siquiera acompañan los números, el único aval que tiene el actual entrenador del Sevilla para continuar en su puesto.

Ahora mismo el Sevilla está cogido con alfileres y sólo lo mantiene vivo el poderoso juego de bandas mientras que duran las energías de Navas y Perotti, -Capel no cuenta debido a su bajo estado de forma- el buen papel de los centrales cuando se juntan Escudé, Squillaci y Drago, la solvencia de Renato y Zokora y esa letal pareja de delanteros que ahora y durante el próximo mes, estarán ausentes: Kanouté y Luis Fabiano. No hay más.

Los laterales lo pasan mal defendiendo y su aportación en el juego de ataque es nula, Duscher y Romaric no tienen el nivel físico adecuado tras salir de sus largos periodos de lesiones; este último incluso, si bien tiene buen manejo de balón con pierna izquierda, tácticamente y sobre todo, físicamente, está a años luz de otros centrocampistas que han pasado por aquí en los últimos tiempos; Koné y Negredo ni están, ni se les espera.

Y después está el entrenador. Manolo Jiménez se queda sin plan “B”, como casi siempre que el partido se pone feo, y comete, desde mi punto de vista dos serios errores: el primero sacar del lateral a Konko cuando se lesiona Squillaci. Quique lo vio claro y cambió a Reyes por Jurado quien anduvo por allá más solo que la una entrando por la izquierda una y otra vez. Sólo el desacierto de Forlán anoche impidió que nos cayeran más goles. El recambio de Squillaci estaba en el banquillo y se llama Lolo.

El segundo error es cambiar de sistema a mitad de la segunda parte, precisamente cuando el partido pedía más control del juego y menos espacios abiertos. La expulsión de Duscher, tan injusta como evitable –sólo había que haberlo sentado en el banquillo en vez de a Romaric – terminó por desquiciar al equipo y al mismo entrenador que ya nunca supo por donde abordar el camino del gol.

Y la jugada del minuto 93 es la prueba más evidente de ese desquiciamiento: un voleón, sin ton ni son de Adriano, el balón que cae a la demarcación de Fernando Navarro que en vez de aguantar a un futbolista que recibe el balón fuera de la zona de peligro y de espaldas, le empuja tan descaradamente que el gol que llega a continuación es el cruel castigo a tanta impericia. El peor Atlético de Madrid que uno recuerda en Primera División tumba a un equipo que convirtió toda la segunda mitad en desastre general.

2010 empieza como terminó el año: jugando mal y perdiendo. Ahora llega el Barcelona en la Copa y salvo cambio radical, que no vislumbramos, Enero puede ser una cuesta insalvable para todos. Ayer en el Calderón, ni los futbolistas ni el entrenador estuvieron a la altura de un equipo que aspira a codearse con la élite del fútbol en Europa y en España.

sábado, 2 de enero de 2010

Mazazo para comenzar el año


Peor no han podido empezar las cosa en 2010 con el anuncio por parte del club de los resultados clínicos del futbolista Sergio Sánchez, al que se le ha diagnosticado una patología cardiaca que le obliga a pararse de momento y que de confirmarse, ojalá que no, vea truncada su carrera deportiva.

Sin tiempo para asumir esa malísima noticia, el equipo está en Madrid con el ánimo por los suelos y la mente puesta en la situación de su compañero Sergio Sánchez. De sopetón el futbolista tiene que parar su actividad deportiva y nuevas pruebas médicas determinaran el futuro deportivo de un chaval que desde que vino a Sevilla no está teniendo suerte, ni con las lesiones primero, ni ahora con esta terrible circunstancia.

Pero hay que venirse arriba y superar esta situación, algo que desgraciadamente no es nuevo para este club.

Hoy no quedan ganas de hablar del partido en el Calderón. Hoy sólo ha que decirtel a Sergio Sánchez que el sevillismo, desde sus compañeros, el club y la afición, estámos con él para ayudarle a superarpasar estos malísimos momentos. Al menos, y por ver el lado positivo de la cuestión, se le ha detectado con el tiempo suficiente para que no se vuelva a repetir lo ocurrido con el querido y añorado, Antonio Puerta.