sábado, 28 de febrero de 2009

Nos gusta visitar la Catedral


Algunos volverán a escribir, como hicieron cuando ganamos en liga al Deportivo de la Coruña, que jugamos contra los suplentes del Athletic Club. Otros escribirán que Joaquín Caparrós de nuevo fue un amigo tirando el partido poniendo los suplentes. Aunque a estos últimos se les olvide que al Depor lo echamos de la Copa con Caparrós y con Lotina. Incluso habrá algunos que rizando el rizo del periodismo apepinado, todavía defienda que este era un partido de mentira.

Nos da igual. Tres puntos mas en el casillero y a preparar el segundo asalto de la semifinal de Copa. Tercera victoria consecutiva en liga. Nueve puntos de nueve posibles, que no es lo mismo que nueve de treinta y seis, y volvemos a ganar en la Catedral, un escenario, hasta hace muy poco tiempo, que cada vez que jugábamos nos caía un saco de goles.

Hicimos los deberes con nota. Buen partido, sin especulaciones, con buena circulación de balón –extraordinario partido de Romaric- con un maravilloso Kanouté – este jugador será recordado como uno de los grandes futbolistas de todos los tiempos en el Sevilla Fútbol Club – con un juego de bandas magnifico – Perotti volvió a dejar sensación de jugador caro- y atrás una defensa muy cuajada; magnifico Fernando Navarro, muy bien Drago, que no notó la inactividad, Squillaci en su línea de sobriedad, Mosquera cada vez mejor y cogiendo confianza y bajo los tres palos, otra vez D. Andrés Palop Cervera, el mejor portero que yo he visto defender la portería del Sevilla Fútbol Club desde que tengo uso de razón.

El miércoles volveremos a la Catedral, un sitio donde nos gustar ir de vez en cuando.

Quien da primero, da dos veces

Y de eso se trata, de salir airoso de ese doble enfrentamiento en tierras vascas contra uno de los equipos con mas solera en el fútbol español: El Athletic Club de Bilbao.

Si algo hemos aprendido los sevillistas en este último lustro, es que en fútbol el partido más importante siempre es el próximo que se disputa. No hay lugar a elucubraciones ni a pensar más allá del siguiente partido.

Los equipos grandes, y el nuestro lo es, pelean cada partido como si fuese una final, y ese es el camino del éxito. Fuimos bicampeones de Europa porque disputamos cada eliminatoria como si fuese la mismísima final; fuimos el mejor equipo del mundo dos años consecutivos, porque partido a partido, minuto a minuto, teníamos entre ceja y ceja el rival de turno y no perdíamos el tiempo en pensar más allá de eso.

Hay que ganar mañana, entre otras cosas, porque además de que somos mejor equipo que el histórico Athletic, será el mejor antídoto para frenar la efervescencia copera que se vive en la capital del bocho.

No hay lugar para el relajamiento. Ganar esta noche en Bilbao es sinónimo de que nuestro Sevilla Fútbol Club, sabe competir en cada momento. Ya lo dijo ese carismático entrenador que un buen día ocupó nuestro banquillo, el narigón Carlos Salvador Bilardo: los jugadores clase “A” son aquellos que juegan miércoles y domingos durante todo el año. Y el Sevilla Fútbol Club, tiene de estos unos cuantos en su plantilla.

Está en juego, ni más ni menos, que jugar el año próximo la Liga de Campeones.

La lista de convocados la componen: Palop, Javi Varas, Mosquera, Squillaci, Konko, Adriano, Fernando Navarro, Drago, Fazio, Maresca, Romaric, Renato, Duscher, Jesús Navas, Acosta, Diego Capel, Perotti, Kanoute y José Carlos.

No viajan: Luis Fabiano, Escudé, Koné y Javi Navarro por lesión y David Prieto por decisión técnica

martes, 24 de febrero de 2009

¿Libertad para que?




Sabida es la idiosincrasia de esta ciudad dividida en casi todo. La dualidad de la capital de Andalucía se manifiesta en todos los ordenes de la vida y el sevillano ya está acostumbrado a convivir con ella. Macarenos o trianeros, curristas o espartacos, seguidores de Belmonte o de Joselito, y por supuesto, sevillistas y.... los que no tienen la suerte de serlo.

De esa dualidad no se libra ningún sustrato de la sociedad. Y por lo tanto el periodismo apepinado forma parte de esa realidad objetiva. Yo comprendo que tiene que ser difícil para un periodista que escribe con tinta verde contar los éxitos obtenidos, las finales jugadas, los títulos conseguidos, describir la borrachera carmesí que nos ha hecho sentir en estos últimos tiempos el Sevilla Fútbol Club, el equipo más grande del Sur de Europa.

Tiene que ser una dura carga para los plumillas deportivos de esta ciudad, dar fe de que en Nervión se juega a Copas, mientras que camino de Cádiz pintan bastos desde el principio de los tiempos.

Ramón Rodriguez Verdejo, nuestro Director Deportivo los puso en su sitio el otro día en sala de prensa. Y nuestros infalibles, objetivos, y veraces periodistas (primera pedorreta) han puesto el grito en el cielo.

Libertad de expresión, reclaman.
Información veraz, aducen.
Contar la realidad, exigen.

¿Y quien cuestiona eso en el Sevilla Fútbol Club?

¿Qué cadenas impiden a nuestros sesudos periodistas proclamar la realidad futbolística de esta ciudad?

¿Qué mordaza invisible les tiene la boca cerrada para contar la verdad?

¿Qué poder oscuro les obliga a no contar las cosas como son?

Por eso es pertinente, visto la desmesura con la que maltratan a nuestro club, preguntarles a esos articulistas de poca monta, a esos aprendices de la noble profesión de periodistas:

¿Libertad para qué?

¿Para mentir inventando supuestos enfrentamientos entre Luis Fabiano y Manolo Jiménez, como lanzaron todos a coro, unos detrás de otro, apenas hace tres semanas?

¿Para enturbiar, enrarecer, entorpecer y cuestionar torticeramente lo que es incuestionable, futbolísticamente hablando, en nuestra ciudad?

¿Para no contar, o lo que es peor, ocultar la información, de la denigrante ofensa que los descerebrados nazis del Frente Atlético, hicieron a la memoria de Antonio Puerta en el Ramón Sánchez Pizjuán?

Las redacciones deportivas de los medios de comunicación sevillanos, saben que en Nervión existe un proyecto ganador sustentado en el binomio Del Nido-Monchi y antes de ayer con Caparrós, después con Juande, ahora con Jiménez, y mañana con el que esté, ese proyecto es irrenunciable, entre otras cosas, por que nos ha dado a los sevillistas en los últimos años, éxitos deportivos envidiados en otras latitudes.



¿Porqué entonces ponerlo continuamente en solfa?

¿Porqué siempre la botella está medio vacía?

¿Tan difícil es reconocer, que sólo dos equipos de España pueden jugar la final de la Copa del Rey en Valencia, y que uno de ellos puede ser el Sevilla Fútbol Club?

¿Tan cuesta arriba se hace reconocer que el Sevilla Fútbol Club está codeándose en los últimos tiempos con la galaxia futbolística española y no perdido entre el polvillo que va dejando el cometa en la cola?

¿Tiene que ser fuera de nuestra ciudad, donde se nos reconozcan los méritos deportivos al Sevilla Fútbol Club?

No es fácil en el fútbol español abrirse hueco, de manera seria, rigurosa y continuada, entre los dos poderes futbolísticos que representan el Madrid y el Barcelona. La historia del fútbol en España está llena de ejemplos de proyectos fracasados, entre otras razones, por la barrera mediática, federativa y arbitral que ha impedido históricamente, que haya alguien que haga sombra al poder establecido.

A diferencia de otras ligas de prestigio en el mundo, y no sólo en Europa, donde puede salir campeón un amplio ramillete de equipos, aquí no hay igualdad de oportunidades para todos. La historia de la liga lo demuestra. Casi el 65 por ciento de los títulos tienen color merengue y azulgrana.

El resto se reparten las migajas que, de vez en cuando, muy de vez en cuando, caen fuera del plato.

Por eso da mucha rabia, mucha tristeza y porque no decirlo, mucho asco, comprobar que nuestros periodistas deportivos, los mismos que gastan sus energías en vender humo verde, colaboran, directa e indirectamente en esa zafia estrategia.

El sevillismo es exigente y quiere seguir instalado en el éxito, claro que sí. Tiene derecho a ello y nos lo hemos ganado a pulso. Nos hemos instalado entre los grandes de España y de Europa y no queremos salir de ahí; hemos creído en el mensaje de nuestro Presidente, de que lo mejor está por llegar y queremos ayudar a que se cumpla.

Hemos salido airoso y sin ayuda de nadie, de nuestra particular travesía del desierto y no queremos volver a tragar arena. Hemos ganado cinco títulos y no estamos dispuestos a cerrar la sala de trofeos.

Y nuestros medios de comunicación, libres e independientes (segunda pedorreta) no se enteran. Mejor dicho no quieren enterarse. O peor aún. Se enteran, claro que se enteran, pero se dedican a poner barro verde en el camino.

Entrar en el discurso periodistico de que somos los mejores del mundo cuando ganamos y los peores cuando perdemos es un insulto a la racionalidad y a la inteligencia de los sevillistas y no voy a perder ni un minuto en eso, pero hay que decirle a los impacientes de siempre, a los descontentos con casi todo, a los que se hacen eco de las ondas radiofónicas envenenadas de resentimiento, a los que tienen por bandera el pesimismo, a los que el árbol no les deja ver el bosque, a los que reman en dirección contraria aún siendo sevillistas, a los que todo les parece mal, a los que se mueven como pez en el agua en la crispación y la confusión, a los que se contaminan con la baba verde del periodismo independiente y libre de la Sevilla deportiva (tercera y última pedorreta), a todos los que se amparan en la libertad de expresión para disparar contra todo aquello que se mueve en blanco y rojo, que los balances hay que hacerlo siempre al final de la línea de meta, y no a mitad de la carrera.

En fútbol tres puntos son tres puntos, y no hay ninguna otra milonga. Y estamos terceros a estas alturas de temporada. Y a las puertas de otra final donde tendremos el honor, si superamos la eliminatoria contra el Athletic Club, de defender nuevamente el futbol de nuestra ciudad.

Por todo eso la pregunta que hacíamos era pertinente. No manchen la honrosa y noble profesión periodística con libelos y difamaciones. Utilicen la libertad de expresión y la libertad de información que recoge nuestra constitución con anchura de miras. Dejen a un lado las máscaras verdes con las que se camuflan. Informen, contrasten, sean veraces, sean objetivos. Eso es lo que les pidió Monchi y lo que exige el sevillismo a los periodistas deportivos de Sevilla. No deformen la realidad, ni la enturbien, ni empañen una trayectoria deportiva exitosa, orgullo del fútbol de nuestra ciudad.

domingo, 22 de febrero de 2009

Dejen paso, por favor


Que llama a la puerta de la Champions, el Sevilla Fútbol Club. Otra noche vibrante en Nervión. Nuestro equipo ha derrotado, de manera merecida, a un rácano Atletico de Madrid que vino al Ramón Sánchez Pizjuán con un ojo puesto en la eliminatoria de Champions del próximo miercoles contra el Oporto.

El equipo colchonero solo quiso ganar el partido en el tramo final. Hasta entonces, su juego, insulso y conservador, solo pretendía mantener unas tablas en el marcador que de poco le servían en el gol average particular con el equipo de nuestros amores.

Partido espeso, trabado y con escasisimas ocasiones de gol por parte de ambos equipos. Pero sin duda de ningun tipo, si alguien quiso desde el principio ganar el partido, este fue el equipo más grande del sur de Europa.

Tres puntos de oro que situan a nuestro Sevilla Fútbol Club en magnificas condiciones para volver a disputar la temporada próxima la Liga de campeones. El 1-0 refleja fielmente lo sucedido en el trerreno de juego donde hay que destacar, una vez más y por encima del buen tono general del equipo, la figura menuda, pero brillante, de un magnifico Jesús Navas que está dandole la razón a quienes pensabamos que sin Alves en el equipo, su figura, su protagonismo y su influencia en el juego del equipo saldría fortalecida.

No hay ningun delantero en España que defienda mejor que Navas. No hay ningun delantero en Europa que aporte tanto al juego colectivo del equipo como Jesús Navas. Y si encima marca el gol del triunfo, apaga y vamonos.

Tres puntos de oro para seguir aspirando a todo. No hay debate. Las bocas calladas y quien se aburra con el juego del tercer clasificado de la liga española puede cambiar de canal y divertirse viendo el partido de tenis que se ha jugado esta noche en el Barnabeú.

sábado, 21 de febrero de 2009

El colchón con los colchoneros



Los precedentes con el Atlético de Madrid invitan al optimismo. Ya ganamos en la primera vuelta en el Vicente Calderón y a día de hoy, nuestro Sevilla Fútbol Club, es, deportivamente hablando, que no en presupuesto, muy superior al segundo equipo de la capital de España.

El partido de esta noche en Nervión pone punto y final a una semana plagada de declaraciones y de intenciones. Sólo vale ganar para seguir callando bocas. Para seguir siendo terceros en la mejor liga del mundo. Para confirmar que el mejor equipo del sur de Europa, sigue estando en la élite del fútbol español.

No será fácil doblar la rodilla del rival. Tampoco tendremos un amigo con el árbitro designado para impartir justicia, pero nos jugamos tanto en el envite, que no cabe distraerse con nada que no sea tener entre ceja y ceja la portería del Atlético de Madrid.

Partido grande esta noche en la bombonera y algo más que tres puntos en juego. Hay ganas de revancha en el sevillismo que vio como en la pasada temporada, un solo gol, dio al equipo de la ribera del Manzanares la oportunidad de jugar la Champions a costa de nuestro club. Y no es la primera vez que el gol average juega en contra de nuestros intereses.

Estamos ante una magnifica oportunidad de ampliar el colchón que tenemos con uno de los equipos que, en teoría, debía de disputarnos una de las plazas que dan derecho a jugar la Liga de Campeones. De nosotros depende echar a la cuneta a uno de esos rivales directos que compiten con nosotros por los mismos objetivos.

Necesitamos romper la racha de malos resultados en el Ramón Sánchez Pizjuán. Necesitamos romper la línea de irregularidad que atraviesa el equipo en casa. Si ganamos, será una victoria de más de tres puntos. Y podemos.

Nuestro rival de mañana viene con la ansiedad de un equipo herido, de un proyecto, uno más, mutilado por los resultados. Lleva sólo seis puntos de los últimos siete partidos disputados. Ha cambiado de entrenador. Ha cambiado de sistema. Y además tiene por delante, la eliminatoria de Champions con el Oporto y el cuádruple enfrentamiento con los grandes de la liga española, por este orden: Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villareal.

No hay duda, mañana cuando termine el partido, el colchón con los colchoneros debe ser de ocho puntos.

Esta es la convocatoria de Manolo Jiménez: Palop, Javi Varas, Mosquera, Squillaci, Konkó, Adriano, David Prieto, Drago, Fazio, Maresca, Romaric, Renato, Duscher, Jesús Navas, Lautaro Acosta, Capel, Perotti, Kanouté y José Carlos. Tiene buena pinta este chaval.

Son bajas para el encuentro el sancionado Fernando Navarro, además de los cinco lesionados, Luis Fabiano, Escudé, Chevantón, Koné y nuestro añorado capitán, Javi Navarro.

jueves, 19 de febrero de 2009

Monchi es De Granito



Ramón Rodríguez Verdejo "Monchi", Director Deportivo y miembro del Consejo de Administración del Sevilla Fútbol Club, es una de las máximas autoridades para hablar. No vamos a valorar ahora la gestión de Monchi, ni antes del Sevilla Campeón, ni después. Creo que todos los Sevillistas De Granito comprenden perfectamente lo que Ramón representa en nuestra entidad, hay tantas cosas positivas que nos llevaría 3 días escribir un post destacando todas sus virtudes.

La cuestión en este momento pasa por conocer cuál es la forma de fracturar la marcha de un club y los métodos utilizados para que esta fractura llegue a realizarse. Primero se pide la cabeza del entrenador, porque suele ser el eslabón más débil, todo esto acompañado de infames ataques a jugadores que según se vea, están rindiendo de una forma u otra. Si la cabeza del entrenador rodase, a continuación vendría la crítica al director deportivo, para más tarde, pedir la del presidente.

Ayer se pudo comprobar en la rueda de prensa de Monchi, que en nuestra ciudad, hay una serie de periodistas que están por la labor de fracturar el proyecto, puesto que hay sectores de la prensa, que no sólo atacan al entrenador, sino también lo están atacando a él mismo, al presidente, a los jugadores, a todo lo que se menee.

Que el director deportivo del Sevilla Fútbol Club haga una rueda de prensa para decirles :
"
Vengo a tenderos la mano, esto no puede seguir así, he llorado de ansiedad en esta temporada, no podemos estar jugando finales todos los partidos, comprendo que vuestro trabajo es el día a día, pero si perdemos recibimos palos, y si ganamos recibimos palos, por tanto, aquí hay algo que está fallando, porque cuando se pierde, es normal y las críticas se asumen, pero ¿también críticas cuando se gana?, algo está fallando por vuestra parte"
Está claro, buscan fracturar el proyecto, no buscan otra cosa. Llevamos desde principio de temporada escuchando semana tras semana : ...los fichajes no valen...., el entrenador no vale..., el proyecto se cae

Esto no es contar la realidad deportiva de lo que está ocurriendo. Por eso sale Monchi en el momento idóneo. No se trata de informar o no informar sobre si los fichajes han sido buenos, rentables, o no lo ha sido, eso pasa en todos sitios. No se trata de contar si el equipo ha jugado bien o ha jugado mal. Se trata de la constante desacreditación a la labor de entrenador y cuerpo técnico. Se trata de vender que en el Sevilla Fútbol Club, las cosas no se hacen tan bien como se vende. Se trata de mentir, de contar lo que no es, y así, las críticas lloverán por todos sitios. Se trata de decir que el equipo gana, pero no convence. Y no convence porque el que está en el banquillo no convence.

Mi opinión personal es que Monchi ha tenido que salir a la palestra para decirle a la prensa lo que nadie es capaz de decirles, que no es ni más ni menos que lo siguiente : "estáis tendiendo una trampa a la opinión pública con el juego del equipo, una cosa es que el juego no sea todo lo vistoso posible que puede ser, y otra muy distinta el hecho de cargaros a jugadores como Mosquera, dar palos al entrenador, porque queráis o no queráis, el equipo está donde está, por tanto, ya que contáis la realidad de las cosas, y decís que el equipo no juega bien, no se está tercero jugando mal, o por casualidad, por tanto, ¿cuáles son vuestras intenciones, contar la realidad de las cosas diciendo sólo que el equipo juega mal, algo falla no?

Para conseguir esos ataques, se están escudando en la Afición Sabia y Soberana de Nervión, aprovechando que a un sector de la grada no les gusta Jiménez. Han visto la fractura, por ahí están entrando, y van a seguir haciéndolo. El otro día puede leer un comentario de un sevillista en el blog de Jesús Alvarado que decía que aunque el equipo se metiese en Champions y llegase a la final de la Copa del Rey, quería que Jiménez a final de temporada se fuese y no siguiese. ¿Esto cómo se llama?.
Nadie, nadie, garantiza nada al renovar a un entrenador, o al traer uno nuevo, porque eso es IMPOSIBLE. Nosotros no somos el Madrid que gana una liga y echa a Capello, no podemos permitirnos esos lujos de ricos, nosotros no somos ricos, somos GRANDES que es distinto.

Por Dios, el sevillista que diga que si Jiménez, con la plaga de lesiones, mete al equipo en Champions, y llega a la final de Copa, no quiere que siga, ese sevillista creo yo que hay algo que tiene que hacerse mirar. Que yo no digo que esas personas no sean sevillistas, ni más ni menos sevillistas, yo lo que digo es que tienen un problema de valores. Porque no habría nada más grande para un sevillista como Manolo Jiménez el hecho de poder llegar a una final con su equipo, sólo eso, una final, y cumplir el objetivo que le ha marcado la entidad con la clasificación para Liga de Campeones.

Muchos dirán que esto sería hipotecar el club al sueño de un sevillista, y yo digo que qué hipoteca más bonita sería poder meternos en una trampa con la Inmobiliaria Jiménez, porque nos ha traído otra final y otra clasificación para Champions.

Uno de los condicionantes que nos hizo grandes a través de nuestra historia es saber ser agradecidos en todo momento y tratar a los sevillistas que pasaron por el club con el máximo de los respetos, por eso, si el sueño de Jiménez se transforma en realidad, y nos lleva, a partir de ese momento, será renovado automáticamente, pero habrá personas que también tendrán que renovar algunos de sus valores.

Por el contrario, si el sueño no se hace realidad, los Sevillistas De Granito sólo asumiremos la tristeza de no haber podido conseguido las cosas este año, para renovar nuestra alegría en cuanto comiencen a rodar las cosas de nuevo. Porque una cosa es el proyecto, otra el entrenador, los jugadores, aunque todo está relacionado en sí mismo, pero lo que jamás cambiará, es el proyecto de Sevillista De Granito, porque ese nació un 14 de Octubre de 1905, y está más vivo que nunca, se llama Ramón Rodríguez Verdejo y le dicen Monchi.

martes, 17 de febrero de 2009

Kanouté: 50 goles con el Sevilla FC en 1ª División


Las virtudes deportivas de Frederic Oumar Kanouté son suficientemente conocidas por el sevillismo como para reiterarlas en este post. Prácticamente desde el día de su debut con la camiseta del Sevilla Fútbol Club en el verano de 2005, la grada de Nervión vio en ese espigado y elegante jugador el paradigma de un futbolista equilibrado, serio, generoso con el equipo, preparado para defender y atacar cuando el tiempo del partido lo requiere y sobre todo, con una solvencia para elegir siempre con el balón en los pies la mejor opción de las posibles.

Todas esas cualidades deportivas se adornan con el atributo de la naturalidad y la modestia. Una virtud que demuestra cada vez que celebra, sin aspavientos, con respeto al contrario, un gol. Pero si el Kanouté futbolista es un portento, tras ese uno noventa y dos de anatomía se esconde un ser humano con mayúsculas.

Pudo ser internacional por la Francia triunfante de Zidane, Thierry Henry, Anelka y compañía, pero eligió enfundarse la camiseta de Mali, el pais de sus ancestros, un rincón olvidado del mundo en el continente africano y que tiene, entre otras desastrosas estadísticas, la peor tasa de mortalidad infantil del mundo.

Pudo invertir sus ganancias millonarias en bolsa, pero eligió gastarse los cuartos en construir en Bamako, capital de Mali, la Ciudad de los Niños, una institución que garantizará de por vida que miles de niños no mueran abandonados a su suerte en las calles.

Pudo emplear su tiempo libre en viajar de vacaciones a Punta Cana como hacen algunos galácticos, pero decidió aprovechar hasta el ultimo minuto de su tiempo libre en crear y desarrollar la Fundación Kanouté, una institución humanitaria que hará posible construir un orfanato, levantar un centro de salud y abrir otro de educación y formación en Mali, paliando así las carencias de una de las zonas más pobres del continente africano.

Pudo mirar para otro lado, pero decidió ayudar a construir en Sevilla un lugar de oración para los creyentes de su religión musulmana.

Pudo organizar uno de esos bolos de moda de “Los amigos de...contra los amigos de...” pero prefirió liderar, junto con su Fundación y la del Sevilla Fútbol Club, una iniciativa solidaria que bajo el lema de “Champions for África”, reunió a los mejores jugadores del mundo con el propósito de obtener fondos para luchar contra la mortalidad infantil en el continente africano.


Y ahora que este extraordinario futbolista y mejor persona, ha conseguido su gol número 50 con la camiseta del equipo más grande del sur de Europa en Primera División, me quedo, entre todos esos goles, con el gol que le endosó a la barbarie la noche del Deportivo de la Coruña.

Aquél gol pudo dedicárselo, como muchos otros padres, a su familia, pero decidió levantarse la camiseta para recordarnos a todos que se estaba cometiendo una atroz matanza de inocentes civiles que morían bajo las bombas del ejercito israelí en Gaza.

Me quedo con el gol que le hizo a la injusticia. Con el gol que le sirvió para que un árbitro le amonestara, insensible a la razón, con una tarjeta amarilla. Con el gol que le valió tres mil euros de multa por unos juristas deportivos absolutamente desconectados de la realidad.

Aquella noche, Frederic Oumar Kanouté hizo lo de siempre, miró arriba, al cielo, y se cubrió la cabeza mostrando orgulloso en su corazón, un mensaje de rabia escrito sobre una enlutada camiseta. En ella se leía, en tres idiomas, en tres culturas la palabra: PALESTINA.

El árbitro le mostró tarjeta amarilla. El comité de competición le sancionó posteriormente con tres mil euros de multa. Ya sabemos cuanto cuesta defender la vida y la paz para nuestros jueces deportivos.

Kanouté recordó con ese gol, el mejor gol de su carrera futbolística, la vida cegada de más de 300 niños palestinos asesinados en una desigual guerra de piedras contra tanques. Ninguna bandera, ninguna frontera, ninguna patria, ninguna creencia religiosa o politica justifica la muerte de un niño.

Pasará el tiempo y Kanouté será recordado por los aficionados del Sevilla Fútbol Club, no solo como uno de los grandes delanteros de toda la centenaria historia del equipo mas grande del Sur de Europa, capaz de conseguir una gesta deportiva difícilmente igualable por algún otro, sino también porqué en él se encarna aquél halo de fraternidad que nuestro primer presidente lanzó el 14 de octubre de 1905, el día que nació una ilusión.

lunes, 16 de febrero de 2009

El Sevilla es tercero en liga...y eso duele a algunos


Habrá quién piense que el partido que ha jugado hoy nuestro equipo en Montjuic se resuelve a los 20 minutos ganando por 0-2, jugando un fútbol esplendoroso y tras eso, los futbolistas pueden dedicarse el resto del partido a verlas venir. El partido que hemos visto hoy, es de esos partidos que los gana el equipo que apuesta por atacar, volver a atacar, para terminar atacando.

Pero habrá quién piense también que hay que atacar con sentido. Eso mismo es lo que ha tenido nuestro Sevilla hoy, sentido de la victoria, un equipo, el Sevilla Fútbol Club, que en todo momento ha dicho "este partido tiene que ser mío, y para que sea mío, tengo que atacar".

Y así fue, tras un primer tiempo en el que las espadas quedaban en todo lo alto con empate a cero, el Sevilla sale en el segundo tiempo decidido a llevarse el partido, sentido de la victoria, pero dos postes, uno tras cabezazo de Renato y otro tras disparo de Romaric, gran partido el que ha hecho hoy Romaric adueñándose del centro del campo, impedían la victoria.

Llega el minuto 83 y por fin se abre la lata, primer gol de Kanouté, y aunque tras el 0-1 quedaba poco tiempo de partido, el Sevilla no especuló para amarrar el resultado y siguió jugando con idea de asegurar la victoria para que, minutos más tarde, ya en tiempo de prolongación, llegase el 0-2, obra también de Kanouté.

Esta victoria nos hace ver que a día de hoy, nuestro Sevilla está a años luz del Español. El hecho de estar a años luz no significa victoria asegurada, todos sabemos que en fútbol, nada es seguro por muy probable que algo sea, dos grandes intervenciones de Palop, y un balón de gol increíblemente sacado por David Prieto, dan fe en el día de hoy de lo anterior, el Español podía haberse puesto por delante en el marcador, a pesar de estar siendo peor que nosotros.

Este tipo de partidos no es de esos partidos para recordar toda la vida, no es goleada, no hay hechos destacables, pero son puntos importantísimos a final de liga, a los cuales hay que sumarles la ruptura de la racha negativa que el equipo venía sufriendo en liga.

Curioso que hace tan sólo año y medio estuviésemos enfrentándonos a este equipo en la inolvidable noche de Glasgow, aquella noche, sí hicimos historia, con la victoria de hoy, subimos a la tercera posición de la liga, sumando más que el resto de equipos que no son Madrid y Barcelona.

Por fin tenemos una semana entera para preparar un partido. Gracias Sevilla, victoria, y a pensar en el Atlético de Madrid.

No quisiéramos terminar sin reseñar dos cosas, la primera, la buena, que hoy han debutado con el primer equipo dos jugadores del filial, Perotti (debut con nota alta), y José Carlos.

La segunda, la nefasta, que nos parecen lamentables las crónicas que ya se pueden leer en algunos portales deportivos sevillanos de esos que se vanaglorian de defender a los equipos sevillanos.

El triunfo de hoy, sumado a que todavía tenemos que jugarnos cosas importantes en miércoles, a algunos les duele, si además, con esta victoria en liga volvemos a colocarnos terceros en la liga, muchos se quedan de momento sin discurso, y eso, también duele.

sábado, 14 de febrero de 2009

¿Una final en febrero?


El Sevilla Fútbol Club tiene mañana domingo en la montaña mágica de Montjuic, la oportunidad y la necesidad de romper la dinámica perdedora con la que ha afrontado la segunda vuelta del campeonato nacional de liga.

Es el cuarto partido consecutivo que disputaremos frente a rivales inferiores, - al menos eso dice la clasificación- y el equipo necesita ya el bálsamo de la victoria ante los periquitos.

No pinta bien, en principio, la visita del Sevilla Fútbol Club a Barcelona. La diáspora de nuestros internacionales con Francia, (Squillaci y Escudé) Brasil, (Adriano), Mali,(Kanouté), Serbia, (Dragutinovic), Costa de Marfil (Romaric) y España, (Capel) y las bajas de Duscher por sanción y las de Acosta, Escudé, Luis Fabiano, Chevantón, Konkó, Koné y Javi Navarro por lesión (son siete, no?) han impedido que el equipo haya podido preparar con la tranquilidad necesaria ese importante partido que se juega en el estadio olímpico de la ciudad condal el domingo a las siete de la tarde.

Pero un equipo grande tienes jugadores grandes que juegan miércoles y domingo temporada tras temporada. Es el peaje que hay que pagar cuando se tiene a un equipo campeón.

Y con esas premisas nos vamos a Barcelona a disputarle los tres puntos en juego a uno de los colistas de la liga. Es curiosa la paradoja. Ambos equipos jugábamos hace apenas año y medio la final de la UEFA en aquella noche histórica de Glasgow que nos hizo bicampeones de Europa.

Desde aquella final, los caminos de Español y Sevilla se han ido separando como dos líneas divergentes.

Uno, el equipo periquito está en crisis. Va penúltimo en la liga, echó al entrenador que le acercó a la gloria en la UEFA y ahora su objetivo es no bajar a segunda división.

Otro, nuestro Sevilla Fútbol Club, también –dicen algunos – está en crisis. Aunque cueste entenderlo. Vamos tercero en la liga y nos falta un pasito para estar en la final de la Copa del Rey en Valencia.

Pero ironías aparte, el partido contra el Espanyol, trae, para los dos equipos, una presión añadida como consecuencia de los malos resultados cosechados en las ultimas jornadas por ambas escuadras.

Venirse de vacío de Montjuic, sin ser irreversible, si tendrá trascendencia sobre el futuro del equipo que dirige, con muchas dosis de irregularidad, Manolo Jiménez.

A estas alturas de la competición, los tres puntos en juego cobran mayor importancia para los objetivos deportivos de cada equipo. La obligación es ir por el partido desde que el balón eche a rodar sin dar tregua ni margen al equipo albiazul.

Después, fútbol es fútbol, como dijo el amigo Bujadin Boskov, y se podrá perder, empatar o ganar. Pero nadie deberá salir de Montjuic con la sensación de que no se puso todo lo que había que poner en el césped para traernos la victoria.


viernes, 13 de febrero de 2009

Perotti al primer equipo


El Sevilla Fútbol Club continúa con la política de reforzar nuestro primer equipo a través de su cantera. La última incorporación ha sido el argentino Diego Perotti, el cual ha ampliado su contrato hasta 2014, pudiendo ocupar así la plaza de extranjero que había quedado libre tras la reciente nacionalización de Ernesto Javier Chevantón. Se trata de un jugador bastante polivalente en la línea de ataque, que puede ser usado por ambas bandas, así como de mediapunta.

Con 20 años, y nacido un 26 de Julio de 1988 en Moreno (partido de la provincia de Buenos Aires), Perotti, apodado "el Galgo", comenzó su carrera de futbolista en los escalafones inferiores de Boca Juniors, para luego jugar en el Deportivo Morón, no hablamos del maravilloso pueblo de la provincia de Sevilla en el que vivió el genial tocaor Diego del Gastor, sino de Morón, Buenos Aires.

Es hijo del jugador Hugo Osmar "Mono" Perotti, que junto a Mastrángelo, formaban la pareja de ataque boquense en Boca, allá por el final de la década de los '70, principios de los '80, siendo también uno de los laderos de Maradona en 1981. El "Mono" Perotti también militó en equipos como Gimnasia y Esgrima La Plata, Atlético Nacional de Medellín, para regresar a Boca Juniors, donde una lesión en su rodilla derecha, le obligó a retirarse prematuramente del fútbol con tan sólo 26 años.

La fuerza del Mar del Plata del "Mono" Perotti, regresa con su hijo reencarnado en el "Galgo". Puro espíritu argentino el que respira nuestro Sevilla Fútbol Club con "el Laucha" Acosta, Aldo Duscher, Federico Fazio, y ahora Diego Perotti.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Spencer y Herminio, nuestros dos primeros sevillistas internacionales

Era un frío 16 de diciembre de 1923. Aquél día fue la primera vez que la selección española de fútbol jugaba un partido oficial en suelo sevillano y en terreno sevillista y también la primera vez que un jugador nacido en Sevilla, y perteneciente al Sevilla Fútbol Club, vestía la camiseta del equipo nacional.

Fue en el Campo de la Avenida Reina Victoria y junto a Herminio, también futbolista del mas grande equipo del Sur de Europa, por fin pudo debutar un futbolista mágico, eléctrico, e inconmensurable: Enrique Gómez Muñoz, más conocido con el sobrenombre futbolístico de Spencer.

Aquél día, el seleccionador nacional, Luis García Ceñuda, alineó el siguiente once: Zamora, Pololo, Herminio, Samitier, Sancho, Peña, Piera, Spencer, Zabala, Alcántara y Del Campo.

El rival fue la selección vecina de Portugal y el resultado final, con victoria española por tres goles a cero, sirvió para alimentar la leyenda del “jugador número doce” e inaugurar una racha de imbatibilidad de la selección española de fútbol en los diferentes estadios del Sevilla Fútbol Club, que aún perdura.

Cuentan las lenguas antiguas, que “Spencer” ya fue convocado con anterioridad a esa fecha para jugar contra el mismo rival, pero en Lisboa. Los desplazamientos de entonces no eran los de hoy y Spencer llegó a la capital lusa con el partido ya comenzado.

Con Spencer y Herminio, el Sevilla Fútbol Club inauguraba una saga de futbolistas extraordinarios que escribieron su nombre con letras de oro en el palmarés de la selección española de fútbol cuyo último exponente ha sido, Diego Capel.

Enrique Gómez Muñoz nació en Sevilla en 1898 y tomó el apodo futbolístico de “Spencer”, por su parecido con un jugador inglés del Jerez CF, y también para camuflar su identidad ante la negativa de su padre a que se vistiera de corto.

Comenzó jugando en las filas del Victoria CF en torno a 1910, un buen equipo del barrio de Triana y luego lo hizo en el Atlético Macarena, en el Recreativo y por fin en el club de nuestros amores, donde debutó con apenas quince años en el puesto de interior derecho.

Spencer formó parte en aquella mítica delantera sevillista de los años veinte, reconocida y padecida por los rivales a los que se enfrentaba y que le apodaban “La línea del miedo”. Aquella vanguardia aportó al fútbol nacional un concepto de juego basado en la técnica, la elegancia y la eficacia ante el marco rival. Ellos fueron los que crearon, la llamada desde entonces, “escuela sevillana de fútbol”.

Esas características futbolísticas, cuyos máximos exponentes fueron aquellos jugadores del Sevilla fútbol Club, se basaban en el pase en corto, el balón jugado a ras de suelo, la rapidez en el desmarque y la agilidad en los regates, todo ello adornado con un juego afiligranado y espectacular, que hacía las delicias del publico de la época y que contrataba con el rocoso y potente juego directo de los equipos norteños,

La “Línea del miedo” estaba formada por Escobar, Spencer, Kinké, León y Brand. Varias generaciones después, esa línea de juego ágil y preciosista se reencarnó en futbolistas sevillistas como López, Arza, Pepillo, Montero, Francisco y otros muchos.

Spencer manejaba ambas piernas con maestría y poseía un disparo a puerta letal al que imprimía un extraño efecto que hacia estragos entre los porteros. En plena madurez deportiva y una vez conseguida la internacionalidad, un desgraciado hecho terminó con su vida. Contaba apenas 28 años y una apendicitis mal intervenida, lo llevó a la muerte.

En su memoria, la Federación Sur, que entonces dirigía el inolvidable D. Ramón Sánchez Pizjuán, creó en su memoria, la Copa Spencer, que con el paso del tiempo, llegó a convertirse, por el prestigio de los equipos que participaban en ella, en el primer y más importante trofeo de fútbol amistoso que se disputaba en Andalucía.

El Sevilla Fútbol Club, inmortalizó en el mural de la fachada de preferencia del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, que creó el escultor Santiago del Campo, las iniciales de Spencer y Herminio, en recuerdo de la primera vez que un jugador sevillista debutaba con la selección.

Hoy a pocos minutos de que la selección española se enfrente a Inglaterra en nuestra bombonera, es un buen día para recordarlo.

martes, 10 de febrero de 2009

Catorce años después


Mañana miercoles, vuelve la selección española de fútbol, mi selección, la selección de mi país, al Ramón Sánchez Pizjuán, a mi estadio, a la casa de los sevillistas.

Iré al grano desde el principio del post. Yo nunca he tenido demasiado apego futbolístico a la selección española. En fútbol no tengo amores compartidos, ni corazones divididos. Sólo el Sevilla Fútbol Club.
Ningún otro escudo, ninguna otra bandera, ningún otro color que no sean los del mejor equipo del Sur de Europa, ocupa mi corazón. No me cuesta trabajo admitir que sólo me interesa “La Roja” cuando alguno de nuestros “coloraos” (dixit Bilardo) juegan en ella.

Tampoco me cuesta trabajo reconocer que de los 22 partidos que ha jugado el combinado nacional en el campo del Sevilla Fútbol Club, sólo he asistido insitu en un par de ocasiones; el partido con la extinta Unión Soviética el 27 de octubre de 1971, y contra Escocia el 27 de febrero de 1985. Y esta vez también va a ser que no.

Si me quedaba alguna duda en asistir mañana, (el cartel es de lujo e invitaba a pasar por taquilla) la desfachatez, la cicatería, y la mezquindad –dice la Real Academia Española que es el que está falto de nobleza de espíritu - de Vicente del Bosque, al privar, en un partido amistoso, a Andrés Palop de su debut con la selección española, a estas alturas de su carrera, en este momento dulce de su carrera, de defender la portería española en la casa donde se le quiere y se le admira, me ha terminado de convencer. Me quedo en casa.

Hubiera sido además un magnifico broche para la efemérides que se conmemora en este partido amistoso, el cincuentenario del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el único estadio de fútbol donde nunca jamás, ha doblado la rodilla la selección de mi país.
Un escenario que tiene reconocido oficialmente por la FEF el título de “Jugador nº 12”.

Nunca he estado de acuerdo con la costumbre en aquélla época cutre, futbolísticamente hablando, en la que, en cada convocatoria de la selección, el seleccionador de turno hacía debutar a un jugador local. Y por lo tanto, no estoy haciendo un planteamiento chovinista cuando defiendo que es absolutamente impresentable, que el tercer clasificado de la liga española, uno de los cuatro semifinalistas de la Copa del Rey, no tenga presencia alguna en la convocatoria de Vicente del Bosque.

Siempre tienen que estar los mejores en la selección. Los mejores de cada momento. Y Vicente del Bosque se ha saltado ese principio a la torera. No están convocados los mejores. Y no hablo gratuitamente.

Ni a Fernando Navarro, ni a Diego Capel ni a Andrés Palop, se le hubiera regalado nada en caso de haber sido convocados. Sin embargo, si se le regala la camiseta a otros futbolistas de por aquí, que por ser generosos en el análisis, digamos que no están en su mejor momento deportivo.

No es nuevo este desencuentro sevillista con la selección española. La historia está llena de desagravios y recelos entre el Sevilla Fútbol Club y los responsables de la selección. Todavía recuerdo las lágrimas en mis ojos cuando Kubala, a principios de la década de los setenta, humilló al gran Enrique Lora en nuestra casa, cuando decidió sacarlo del campo sustituyendolo apenas diez minutos despues de darle la camiseta. Ya pasó más recientemente cuando no se le dio la oportunidad al por entonces, mejor lateral izquierdo de España, David Castedo de vestir la zamarra nacional. Cuando no era Antonio López el elegido, lo hacía Raúl Bravo. Blanco merengue, en vez de blanco carmesí.
Tengo la sensación de que Vicente del Bosque, y por ende la Federación Española de Fútbol, ha perdido una oportunidad importante para restañar aquella herida abierta en 1995, cuando Javier Clemente privó a la capital de Andalucía de seguir siendo el jugador “numero 12” un honor que la afición sevillana al fútbol, siempre tuvo a gala cuando la selección de mi país nos visitaba.

domingo, 8 de febrero de 2009

No es grande quien gana siempre, sino el que nunca baja los brazos.

Larga y tortuosa ha sido la noche para el sevillismo. Sin ganas de escribir y castigado el cuerpo por la imposibilidad de conciliar el sueño, este post no puede tener otro objetivo que reflexionar sobre lo que ha sido nuestra tercera derrota consecutiva en la liga, en un comienzo nefasto de la segunda vuelta del campeonato.

Casi trece años después, el equipo de nuestros amores, pierde un derbi con el eterno rival, y lo hace cuando las diferencias deportivas entre los dos equipos son más evidentes.

Hay muchas formas de perder un derbi, pero ninguna más dolorosa que tal y como lo perdimos ayer noche en nuestra bombonera. Habría que remontarse muchos años atrás para recordar un partido de máxima rivalidad, ofreciendo tan poco. Partido plano, sin intensidad, sin llegada y sin remate – salvo el gol, la única ocasión de gol, fue el cabezazo de Acosta mediada la segunda mitad- a portería.

Era imposible ganar así. Somos, hoy por hoy, un equipo muy previsible en el juego de ataque; carecemos de velocidad en la circulación de balón, y nos convertimos en un rival fácil de neutralizar, cuando cualquier equipo de medio pelo que nos visita, sabe taponarnos las bandas.

Duelen los ojos de ver a Kanouté fuera de su zona natural, - la única pelota que le llegó en disposición de hacer gol, la clavó -, brincando en busca de objeto redondo que siempre caía del cielo sin dueño y sin posibilidad de ser jugado.

Duelen los ojos de ver, una y otra vez, casi desde el principio del partido, los voleones sin sentido en busca de un desesperado Kanouté, que a pesar de que casi todos los balones los tocaba, su esfuerzo para controlarlos, eran estériles.

Nunca estuvimos ayer en disposición de ganar el derbi. Es cierto que todo ocurrió demasiado deprisa, y en tan sólo un minuto, nos expulsaron a Duscher y encajamos el 0-1. También que pesó y mucho el esfuerzo físico del partido de Copa con el Athletic. Pero tampoco ayer, desde el banquillo, y cuando todavía eramos once contra once, se ofrecieron soluciones para resolver una alarmante ya, carencia de gol en nuestro estadio.

No pareció la mejor solución de las posibles, ni fue el mensaje correcto a los once futbolistas blancos que había en el césped, sacar a Acosta del campo cuando vas empatado, y menos cuando el riesgo, vista la facilidad tarjetera del árbitro y los antecedentes de Bernardido con nuestro equipo, de quedarnos con un futbolista menos, era muy elevado.

Pero esto continua y no podemos bajar los brazos. Hay que cortar esta dinámica perdedora en la que hemos entrado desde el principio de la segunda vuelta. Y es fundamental hacerlo desde ya. Siempre hemos dicho que lo importante, siempre, es el próximo partido.

Entramos en una fase decisiva del campeonato y el próximo mes y medio de competición, nos dirá donde vamos a estar situados a final de liga. Nos hemos quedado sin margen de error, y sin colchón donde soportar la presión de los que se escapan por delante, y sobre todo de los que aprietan por detrás.

No podemos bajar los brazos ahora. Nuestro timonel, léase, Manolo Jiménez, tiene que dar un golpe de timón, valga la redundancia, que nos permita enderezar el rumbo de una nave y de un proyecto, que corre serio peligro de zozobrar si persiste la dinámica perdedora en la que hemos entrado, y máxime, si cualquier equipo de medio pelo, que llega al Ramón Sánchez Pizjuán, se lleva los tres puntos en juego.

Cuatro derrotas en nuestro estadio, ya no es un accidente. Tampoco la carestia goleadora del equipo en nuestra bombonera. Pero no podemos bajar los brazos ahora. El objetivo sigue siendo estar entre los cuatro primeros allá por el mes de Mayo cuando termine la Liga. Y eso pasa necesariamente por afrontar el próximo partido en Montjuïc, como si fuera, que lo es, el partido más importante de la temporada.

No es hora de bajar los brazos, ni de cambiar de jinete a mitad de carrera. Es hora de estar con el equipo, con el cuerpo técnico, y con los futbolistas, que son los que pueden cambiar esto.

No es hora de dudas, ni de abandonos. Sí de reflexionar como podemos cambiar las cosas.

¡Ahora más que nunca, Sevilla Fútbol Club!

sábado, 7 de febrero de 2009

Ya nos hierve la sangre roja


Llega el derbi al Ramón Sánchez Pizjuán, y ya nos hierve la sangre roja sevillista.

No nos interesa hablar en este blog de estadísticas, aunque estas sean demoledoras a favor del Sevilla Fútbol Club en la gloriosa historia centenaria del equipo de nuestros amores. Tampoco nos interesa plantearnos quien va de favorito, aunque el eterno rival lleve trece años, sin ganar un derbi en la Bombonera de Nervión y más del sesenta por ciento de los derbies sevillanos, hayan tenido color rojo. Tampoco queremos echar mano del palmarés de cada uno, por mucho que el mejor equipo del sur de Europa, tenga en sus vitrinas más del doble de títulos que el eterno rival.

Sólo nos interesa hablar del partido de esta noche en el Ramón Sánchez Pizjuán. Lo dijo bien claro ayer el Laucha Acosta: “Los derbies no están para jugar bien, sino para ganarlos”. Y de eso se trata. De ganar como sea, y si es posible jugando bien.

Ni las bajas, ni el cansancio, ni la meteorología, ni el árbitro, ni las confianzas de sentirse superiores, deben impedir que mañana la Sevilla blanca y roja, vuelva a sentirse ganadora de un derbi, que cada vez es más evidente, fuera y dentro de nuestra ciudad, colorea habitualmente en blanco y rojo.

Para cualquier observador objetivo que se asomase estos días por los quioscos de prensa y ojeara las secciones deportivas de los diarios sevillanos, les sería difícil discernir, quien disputa el derbi yendo tercero en la liga y quien lo hace intentando evitar el descenso a segunda. Nuestros "imparciales plumillas” locales hacen todo lo posible por camuflar la realidad futbolística de la ciudad, emborronándola con tinta verde.

Ellos se manejan bien en la ambigüedad y produce risa comprobar los equilibrios que tienen que hacer para, desde su proclamada y nunca fiable “objetividad”, ofrecer a sus lectores y oyentes que este derbi es el más equilibrado de los últimos tiempos.

Como lo era el de la pasada campaña, o el de la otra, y así llevan algunos, más de una década haciendo pinitos en las ondas, hasta que llegue el día de la gran noticia periodística, eso es: Que el hombre muerda al perro, o lo que es lo mismo, que alguna vez le dé al equipo heliopolitano, por ganar en la bombonera de Nervión.

Es día de derbi y a pesar de los vendedores de humo verde, y de ese supuesto equilibrio vendido en forma de crack mediático procedente de la 2ª División, dejaremos claro una vez más, que el fútbol en Sevilla, no se escribe con “B”, sino con "V" de Sevilla Fútbol Club, como el maestro Barbeito dejó dicho en el pregón más hermoso que ningún sevillista pudiera soñar.

Tras el partido de esta noche en nuestra bombonera, el tufillo verde dejará paso a la cruda realidad deportiva de Sevilla. El equipo más grande del Sur de Europa seguirá instalado en la parte noble de la clasificación en pos de su objetivo europeo. El objetivo de nuestro eterno rival, será prioritariamente, volver el año próximo a disputar un partido de Primera División en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Dicho todo esto, tengamos el derbi en paz, Sr. Chaparro. No le demos carnaza a los descerebrados.

jueves, 5 de febrero de 2009

Enzo Maresca...uno de los nuestros.


Anuncia la web oficial del club la posible incorporación de Enzo Maresca a la convocatoria del partido contra el eterno rival, tras constatarse una evolución favorable de su lesion.

Y ahora que parece estar de moda dar caña a Enzo Maresca, uno de nuestros capitanes en la primera plantilla, creemos conveniente desde “De Granito” romper una lanza a favor de quien se ha ganado, desde que llegó al mejor equipo del sur de Europa, el respeto y el cariño de los sevillistas.

Era julio de 2005, cuando arribaba a nuestra ciudad un futbolista que llamaba la atención del sevillismo por dos cosas: era el primer futbolista italiano que iba a enfundarse nuestra camiseta, y venía, ni más ni menos, que del club más importante, en palmarés, de Italia, la Juventus de Turín.

Hasta que llegó al Sevilla Fútbol Club, Enzo Maresca era lo que se denomina, un trotamundos del fútbol. Con apenas 25 años, ya había jugado en Italia (Cagliari B, Juventus, Bolonia, Piacenza, y Fiorentina), y en Inglaterra (West Bromwich Albion), es decir, un equipo nuevo en cada temporada.

Pronto ese elegante italiano llamó la atención por su desparpajo, su sinceridad, y su saber estar. En el vestuario se ganó con el tiempo esos galones que lleva en la bocamanga y sus apariciones en rueda de prensa, siempre fueron, además de muy juiciosas, extremadamente respetuosas para con el grupo, el vestuario y la institución. Siempre remaba en la dirección correcta buscando el beneficio del equipo, incluso cuando, como pasa ahora, jugaba poco.

La llegada de Enzo Maresca al Sevilla Fútbol Club, coincidió con la etapa más gloriosa de nuestra centenaria historia. Y él fue artífice directo y protagonista principal en ese tsunami blanco y rojo que recorrió y conquistó futbolísticamente Europa. A ningún sevillista contemporáneo se le olvidará jamás, aquella final de Eindhoven con Enzo goleando por partida doble al Boro.

Por todo ello y mucho más, hay que ayudar a Enzo Maresca a salir de esta incómoda situación en la que se ha metido él sólo. Ayudándolo a él, ayudaremos al Sevilla Fútbol Club, y necesitamos, el vestuario, la afición y la institución, que vuelva el futbolista que siempre fue. Que vuelva el hombre que nos hizo felices en aquella mágica noche de Eindhoven.

Como todo jugador italiano, Maresca es una persona de sangre caliente, impulsivo y hasta cierto punto insolente. Pero de lo que no tenemos ninguna duda, es que Maresca es un magnifico profesional, cuya única mancha, en el tiempo que lleva con nosotros, es esta rajada sin sentido, producto, probablemente de los nervios. De los nervios, y de su afán de serle útil al equipo.

Ningún jugador es feliz sin jugar. Enzo Maresca tampoco. Pero eso no le da derecho a faltarle el respeto al grupo y al entrenador. Coincidimos con nuestro Presidente cuando declaró que el asunto se tenía que haber resuelto en el sitio de donde nunca debió salir: el vestuario. Pero dicho esto, hay que recomponer unas relaciones entre futbolista, afición y entrenador, que efectivamente han podido quedar deterioradas.

Se impone el sentido común, y necesitamos recuperar un futbolista que hace apenas cinco meses, renovó su contrato hasta el 2011 por el Sevilla Fútbol Club. Entonces jugaba y era feliz. Ahora que juega menos por deméritos deportivos – Enzo, por las razones que fueren, no es ni la sombra del que fue – debe recuperar en el césped, lo que reclama en rueda de prensa.

El sevillismo lo está esperando con los brazos abiertos, porque IL Capo, nuestro capitán, es uno de los nuestros.

Tocará sufrir en San Mamés...pero pasaremos!

Otra vez sobre la bocina el Sevilla Fútbol Club resolvió un partido que al igual que el día del Valencia, se complicó con el gol de Llorente. Ambos goles, el de Marchena y el del espigado delantero del Athletic, fueron conseguidos de la misma forma y desde la misma zona. Corner al corazón del área y gol.

Pero este Sevilla viene demostrando que tiene recursos suficientes para sobreponerse a cualquier contratiempo. El partido empezó feo. La tromba de agua caída en la ciudad desde dos horas antes de comenzar el partido hizo temer por la suspensión del choque. El árbitro decidió jugar en esas lamentables condiciones y pasó olimpicamente del dinero invertido por los miles de espectadores que pagaron su entrada para ver un espectaculo deportivo. Pero la meteorología dio una tregua y el magnifico drenaje del césped –chapeau a los responsables de las instalaciones – hizo el resto, y el partido, aunque con quince minutos de retraso, pudo disputarse.

De cualquier forma era evidente que el Athletic estaba más cómodo en el terreno de juego porque en el primer tiempo se hizo muy difícil rasear el balón. Y encima la única vez que llegaron en una pelota mal defendida provocó un saque de esquina y ahí nació, como no podía ser de otra manera, la ocasión de gol que convirtió Llorente. A todos nos quedó la sensación de que Andrés Palop, pudo hacer algo más en esa salida a destiempo.

El segundo tiempo fue otro cantar. La lluvia amainó y el césped permitió que circulara el balón con más rapidez. Manolo Jiménez, otra vez magistral en los cambios, ayudó desde el banquillo a que el equipo tuviera mas presencia en ataque, y el cambio de Renato por un magnifico Lautaro Acosta, fue determinante para el resultado final del partido.

Hasta cinco ocasiones de gol creó el equipo en una segunda parte extraordinaria de juego y de casta. Apenas alcanzado el cuarto de hora, Duscher casi parte la red de un trallazo desde la frontal del área pequeña. Con el empate, el Athletic cometió el mismo error que el Valencia una semana antes, y su repliegue favoreció los intereses del Sevilla. Kanouté pudo adelantar al equipo en un penalty cometido sobre él mismo, pero su lanzamiento se estrelló en la base del poste una vez batido Iraizoz, el buen guardameta bilbaíno.

Pero el fútbol suele ser justo con quien quiere ganar y cruel con quien utiliza la racanería en el césped. Le pasó al Valencia en la eliminatoria de cuartos, nos paso a nosotros contra la Sampdoria, y le ha pasado esta noche al Athletic Club de Joaquín Caparrós. Sobre la bocina, cuando más duele y cuando prácticamente no había tiempo para nada más, una buena jugada por banda izquierda termina en las botas de Duscher que intenta una fallida chilena. El balón sale rebotado y acaba en los pies de Acosta, quien no desaprovecha la ocasión y pone, con toda justicia, el 21- en el marcador de Nervión.

El Laucha se lo merecía tras tanto esfuerzo en solitario durante los tres meses de su lesión. El partido ganado y el pase a la final cada vez más cerca. Derroche de poderio físico en el Sevilla que no notó el esfuerzo del domingo en el Molinón.
Dentro de un mes, nos jugamos en San Mamés estar en nuestra séptima final de la Copa de España. Pero eso queda muy lejos. Ahora ya toca hablar del derbie. ¡A por ellos!

miércoles, 4 de febrero de 2009

...Y es por eso que hoy voy a verte

Contemplándolo tan sólo 5 segundos, se puede ver claramente el estilo, la figura, la línea, los arcos que parecen ventanas de un palacio, el Rey, el pedazo de balón en el centro diciendo "El Fútbol", los aros dorados, las letras iniciales de la entidad, los colores blanco y rojo, o rojo y blanco, es que lo tiene todo.

Si se convocase, por ejemplo en París, cuna de la Alta Costura, un pase de escudos, y pudiesen desfilar todos los escudos de fútbol de nuestro país en una pasarela para los principales diseñadores y diseñadoras de moda del mundo, con toda seguridad, el Escudo del Sevilla Fútbol Club sería el elegido como vencedor, porque nuestro escudo, no sólo representa internacionalmente a la ciudad que lo vio nacer, sino que también, en sí mismo, lleva impreso el Arte, la Alegría, la Figura, el Estilo y la Elegancia de nuestra ciudad.

Nuestro escudo es, sin lugar a dudas, el escudo más bonito de España, y resulta, que el otro día, buceando en el Archivo Histórico Municipal de Sevilla, me he encontrado con una leyenda que dice :

"Cuentan las lenguas antiguas que en una ocasión, el Rey Arturo quiso apoderarse de la Magia que hay en el Trono del Escudo del Sevilla Fútbol Club, pero el Rey San Fernando lo impidió"

Por algo será...

martes, 3 de febrero de 2009

Todos con el equipo desde Los Lebreros

"De Granito" reproduce aquí la "carta abierta" a la afición del Sevilla Fútbol Club, que ha publicado en la web oficial del club, nuestro Presidente, D. José María del Nido Benavente.
EL PRESIDENTE PIDE AL SEVILLISMO EL CALOR DE LAS NOCHES MÁGICAS PARA LA SEMIFINAL COPERA

El Sevilla Fútbol Club se cita de nuevo con la historia y el sevillismo debe ser una voz atronadora que lleve al equipo a las puertas de una nueva final.
El miércoles, ante el Athletic Club de Bilbao volveremos a vivir esas sensaciones únicas que nos convierten en la mejor afición.
Por eso el miércoles todos, absolutamente todos, debemos estar con el equipo incluso antes de que al árbitro señale el inicio del partido.
El hotel del equipo debe ser un enjambre de sevillismo que acompañe a los jugadores desde Los Lebreros hasta el estadio, que sientan el calor en el autobús como aquella mágica tarde de Gelserkirchen, o en todas las grandes citas.
El Sánchez-Pizjuán ha de ser un manicomio blanco y rojo en pos de la victoria, como ante el Shalke u Osasuna en la UEFA, o sin ir más lejos, como apoyó la afición hace seis días en el crucial choque ante el Valencia.

La lluvia o el frío no ha de ser excusa, más bien al contrario: ante la adversidad meteorológica, superación sevillista, con banderas, bufandas y gritos de apoyo incondicional de una grada que nunca se rinde. Nos jugamos nada más y nada menos que una semifinal de la Copa de España.
Recordad lo vivido en la final de Madrid de 2007, porque estamos en puertas de repetirlo y en nuestras gargantas, nuestras palmas y nuestros ánimos han de abrir brecha en la eliminatoria para que el Sevilla Fútbol Club reviva el sueño de un nuevo título.
José María del Nido, Presidente del Sevilla FC

Aunque no lo parezca, jugamos mañana en Nervión, una semifinal de Copa


Manolo Jiménez lo ha dicho esta mañana en sala de prensa, y aunque parezca increíble, en Sevilla, en el Sevilla Fútbol Club y en el mundillo futbolistico de la ciudad, parece que la semifinal de Copa de mañana, miércoles 4 de febrero, entre el equipo mas grande del sur de Europa y el Athletic Club de Bilbao, no existe.

Para nuestros medios deportivos de comunicación, es más importante anunciar en primera página el fichaje de un “crack” proveniente de la Segunda División, que titular a toda plana y en portada, la semifinal de copa que un equipo sevillano jugará mañana en nuestra ciudad.

Para nuestros periodistas deportivos, todos sin excepción, la noticia es el derby del sábado, antes que la posible presencia de un equipo sevillano de fútbol en la Final de la Copa del Rey.

¿Tiene que salir un entrenador a decirlo, públicamente?
¿Por qué le damos ventaja al rival antes de comenzar el partido?
¿Qué tiene que hacer el Sevilla Fútbol Club, para que los periodistas de esta ciudad, le traten con el merecido respeto?
¿A quien no le interesa la Copa del Rey en Sevilla? ¿Y por que?

No lo entendemos. Deportivamente hablando, la ciudad de Sevilla, y ahí está la historia para contrastarlo, no ha tenido demasiadas oportunidades de colocar a un equipo sevillano en la final de la Copa de España.

En Bilbao llevan soñando 24 años en ganarla de nuevo. Y hablamos de un equipo, el Athletic Club, que suma, nada mas y nada menos, que 23 títulos conseguidos.
¿Somos mas que el Athletic?
¿Nuestro palmarés es comparable?

De esa apatía general, tampoco se libra la television oficial del club. Ayer escuchamos, como cada lunes, uno de los programas estrellas de la TV sevillista: “Debate del sevillismo”. Y el espectáculo fue lamentable. Nos parece que llevarse la mayor parte del programa lamiéndonos las heridas del Molinón, en puertas de una semifinal de Copa, sólo conduce al harakiri deportivo.

Mañana miércoles, tiene el Sevilla Fútbol Club, el partido más importante de la temporada. Al menos, el partido más importante a fecha 4 de febrero. Del resultado de mañana depende estar en disposición de disputar dos próximos títulos nacionales.

Ya habrá tiempo de pensar en derbies venidos a menos por la manifiesta y persistente inferioridad del eterno rival, y de cumplir los objetivos del club, que es prioritariamente, quedar entre los cuatro primeros en el Campeonato Nacional de Liga. Aunque ese objetivo se consigue en el mes de mayo, no en el de febrero.

Ignoro cuantos sevillistas se han sacado a estas alturas la entrada para mañana. Sé que la televisión resta público al partido. Tambien que la crisis afecta al mundo del espectáculo y del ocio antes que a ningún otro.

Pero también sé que todo eso no le importa a los cerca de 500 aficionados bilbaínos que vienen mañana, atravesando de norte a sur la península, para ver a su equipo en una semifinal de Copa de España. A pesar de tener en su palmarés, 23 titulos y cerca de una centena de semifinales jugadas. Y que pase lo que pase mañana, San Mamés estará abarrotado en el partido de vuelta dentro de un mes.

¿Te apuntas a la final?
Acude mañana a Nervión, ésta sólo es nuestra decimoquinta semifinal de copa.
¿Te la vas a perder?

lunes, 2 de febrero de 2009

Otra vez perdimos contra diez


Partido trabado, intenso y disputado de poder a poder en el vetusto Molinón entre dos equipos que pusieron todo en el campo para no salir derrotados.
El Sevilla salta al terreno de juego con las anunciadas rotaciones. Tres cambios en defensa con respecto al partido de Copa contra el Valencia, y la vuelta al trivote en el centro del campo con Romaric en la media punta, en el puesto de Renato. Delante el uruguayo Chevantón.

El Real Sporting salió en tromba decidido a empezar con buen pie su particular “Tourmalet” y evitar, como ocurrió en la primera vuelta, que su casillero de puntos se quedara a cero. Se le puso de cara el partido con un riguroso penalti señalado a Escudé, pero Andrés Palop, empezó a sentar cátedra en el Molinón, haciendo una extraordinaria parada a Bilic.

El toma y daca continuó hasta la merecidísima expulsión de Canella, por una violenta entrada por detrás a Diego Capel que no le partió la pierna de puro milagro. A partir de que el Sporting se quedó con diez futbolistas, hubo otro partido y prácticamente el encuentro se convirtió en un monologo sevillista, que hasta en siete ocasiones pudo perforar la meta de Lafuente, una barrera infranqueable hoy para los delanteros del Sevilla Fútbol Club.

Poco se puede añadir cuando se pone todo en el campo para ganar. El Sporting cerró líneas atrás y logró mantener su portería a cero, aunque para eso renunció prácticamente al ataque durante toda la segunda mitad. Con toda probabilidad, si Chevantón acierta con la portería en el mano a mano que tuvo con Lafuente al final del primer periodo, - siempre tira al muñeco el charrúa - el desarrollo del partido, y probablemente el resultado, hubiese sido otro.

Derrota inmerecida del Sevilla, preocupante falta de puntería y la parte positiva del partido: el buen nivel mostrado por Fazio y Acosta que volvieron a un terreno de juego después de estar muchas semanas en el dique seco.

Sin tiempo para lamentarse de la oportunidad perdida de aumentar la distancia con los equipos que vienen por detrás, - lo de optar al titulo de Liga, tendrá que esperar otro año - el Sevilla Fútbol Club tiene el próximo miércoles otra cita con la historia.

Se juega en Nervión una semifinal de Copa del Rey y sólo 180 minutos nos separan de la cita en Mestalla el próximo 13 de Mayo.

En la Sevilla rojiblanca, empezaremos a hablar del derby a partir del jueves.

domingo, 1 de febrero de 2009

Volvemos al Molinón


Diez temporadas después del último descenso a Segunda División del Real Sporting, el Sevilla Fútbol Club, se apresta a jugar un partido de Primera División en el viejo estadio de “El Molinón”, de la bella localidad gijonesa.

Lejos queda aquellos enfrentamientos con un Real Sporting plagado de grandes jugadores como Enzo Ferrero, un sensacional extremo izquierdo, que formó junto con el Brujo Quini y Quique Morán, la llamada delantera eléctrica. Eran los tiempos de Maceda, Joaquín, Jiménez, Cundi, Redondo, Uria y tantos otros magníficos futbolistas que salían como por arte de magia de la cantera de Mareo. Aquél Sporting de antaño jugó -y perdió- dos finales de Copa, y estuvo a punto de ganar una liga que se le escapó, en el último suspiro.

Pero aquello es historia y el presente nos dice que nuestro Sevilla Fútbol Club, va a disputar tres puntos importantísimos para seguir colocado en esa posición de privilegio de la liga española. Si ninguna lesión viene en momento oportuno, las de Adriano y Luis Fabiano, se producen en un momento crucial de la competición.

Pero no es hora de lamentos ni excusas a pesar de que se quedan en la capital de Andalucía lesionados, otra semana más, hasta siete futbolistas de la primera plantilla: Mosquera, - que ha vuelto a resentirse de su lesión -, Maresca, Konkó, Adriano, Luis Fabiano, y los de larga duración, Javi Navarro y Koné.

La cara de la moneda es la incorporación a la lista de convocados de Fazio, Acosta –por fin – Chevantón y Crespo. Cordero repite convocatoria con el primer equipo y la novedad es el chaval del Sevilla “C”, José Carlos, un extremo zurdo con clase al que Jiménez le tiene especial consideración.

La competición se aprieta y no hay lugar, ni para la relajación, ni para pensar en compromisos posteriores, léase, semifinal contra el Athletic Club, el próximo miércoles en la bombonera de Nervión, o el todavía más lejano derby contra el eterno rival.

Hay tres puntos en juego, y a pesar del esfuerzo de una plantilla azotada por las lesiones, del cansancio acumulado de determinados futbolistas, particularmente en la delantera, y de la imposibilidad de efectuar rotaciones, en El Molinón, hay que salir a ganar el partido.

El Valencia tiró el partido contra el Mallorca alineando a medio equipo reserva en El Ono Estadi, y eso no le garantizó seguir adelante en la Copa del Rey. Que no nos pase lo mismo.